ROBIS PROBIOTICS 30 cápsulas

PROBIOTICOS:

El tracto gastrointestinal es el hábitat natural de un gran número de bacterias. Este ecosistema incluye muchos microorganismos necesarios para mantener el equilibrio intestinal y promover un buen estado de salud. La adquisición de estas bacterias juega un papel importante y permite evitar la aparición de determinadas enfermedades.
Los microorganismos capaces de modular la composición de la microbiota intestinal, recuperar la microbiota después del tratamiento con antibióticos, mejorar el confort del tracto digestivo e inhibir los microorganismos patógenos, contribuyendo al mantenimiento de la homeostasis (equilibrio) intestinal y activando defensas propias del organismo, son clasificados como probióticos.
Existen varias categorías de probióticos, dependiendo del número de cepas que contenga.
Un producto monocepa es aquel que contiene una sola cepa o especie probiótica. Un producto elaborado con varias cepas de varias especies recibe el nombre de multiespecies. Siendo éstos más complejos que los anteriores. Se ha publicado recientemente una revisión de estudios científicos llevados a cabo con probióticos, en los que se apoya el hecho de que las mezclas probióticas a base de multiespecies son más eficaces que el uso de probióticos monocepa.
Robis Probiotics es un complemento alimenticio que contiene 5 cepas de microorganismos probióticos que habitan de forma natural en el sistema digestivo: Lactobacillus rhamnosus
Bifidobacterium lactis; Lactobacillus paracasei CNCM I-4034; Bifidobacterium breve CNCM I-4035 y Bifidobacterium longum ES1, que ayudan a mejorar la salud digestiva.
Cada cápsula contiene al menos 5.000 millones de bacterias vivas en el momento de la fabricación, conservando una dosis apropiada hasta el final de la vida media.
Es altamente efectivo en casos de inflamación intestinal, especialmente en personas celíacas.
El mecanismo de acción de sus cepas tiene lugar por desplazamiento físico, consiguiendo así el crecimiento de las bacterias beneficiosas y el desplazamiento de las nocivas evitando
su colonización. Promueve de forma natural efectos beneficiosos para el buen funcionamiento y estado del tracto intestinal en combinación con la flora residente.
La cepa Bifidobacterium longum ES1 posee actividad sobre los péptidos inmunogénicos de gladina (proteína del gluten), por lo que presenta capacidad para degradarla. Eso es realmente beneficioso para los celíacos, puesto que su metabolismo no puede digerir esta proteína, lo cual provoca molestias gastrointestinales. Esta cepa también actúa sobre los procesos de inflamación, disminuyendo la producción de citoquinas inflamatorias, disminuyendo la inflamación intestinal. Por otro lado, esta cepa mejora la respuesta inmune del organismo.
La cepa Bifidobacterium breve CNCM I-4035 tiene efectos inmunomoduladores, además de reducir la síntesis de citoquinas proinflamatorias.
Las cepas Lactobacillus paracasei CNCM I-4034 y Lactobacillus rhamnosus CNCM I- 4036 tienen efectos similares: inducen el sistema inmunitario innato en cultivos de células dendríticas de intestino humano. En ensayos clínicos con voluntarios humanos se ha demostrado que estas tres cepas tienen un efecto inmunomodulador, es decir, actúan fortaleciendo el sistema inmunitario, previniendo las infecciones y junto al calcio puede disminuir el colesterol en sangre.
La cepa Bifidobacterium lactis es una de las más versátiles y que mejor funciona en el organismo. Esta bacteria del ácido láctico puede ayudar a combatir la intolerancia a la lactosa y a estimular el sistema inmunológico. Además de estos beneficios, alivia la colitis ulcerosa e incluso combate los efectos de la enfermedad celíaca y la diarrea asociada al uso de antibióticos.
La combinación de todas estas cepas probióticas, así como también con prebióticos resulta muy útil para que se produzcan los movimientos intestinales adecuados y cuidar la salud general del intestino.
FRUCTOOLIGOSACÁRIDOS DE CADENA CORTA (FOS):
Los fructooligosacáridos se encuentran en una gran variedad de plantas, como la achicoria (especialmente la raíz), las cebollas, los espárragos, los plátanos y las alcachofas. Son azúcares complejos que ingeridos por el ser humano se comportan como fibra soluble, siendo fermentados en el colon por las bacterias intestinales. El producto de esta fermentación son ácidos grasos de cadena corta que, actúan como nutrientes de las bacterias del colon y que disminuyen el pH del medio, debido a la producción de grandes cantidades de lactato y acetato que inhiben el crecimiento de E. Coli, Clostridium y otras bacterias patógenas como: Listeria, Shigella o Salmonella, favoreciendo el crecimiento de la microflora intestinal. Como hay menos microorganismos patógenos, hay menor producción de sustancias toxicas. Como ya sabemos la flora intestinal juega un importante papel en el mantenimiento de la salud.
Actualmente, existe un gran interés en la posibilidad de modificar dicha flora para asegurar y mejorar su estado. Para lograrlo se utilizan complementos alimenticios que contienen las bacterias beneficiosas para el intestino: bifidobacterias y lactobacilos, conocidos como Probióticos. Su acción es la de incrementar la flora beneficiosa pero sus efectos son transitorios ya que están limitados a su ingesta. Una vez que se interrumpe su ingestión el número de bacterias disminuye rápidamente. Existen otro tipo de sustancias llamadas Prebióticas que actúan estimulando el crecimiento
de una o más especies bacterianas no patógenas residentes en el colon. El concepto de Prebiótico ha surgido como una alternativa viable para “equilibrar” la flora intestinal como lo son los FOS o sustancias no digeribles por el intestino delgado, que afectan selectivamente a la flora, estimulando el crecimiento y/o actividad de un limitado número de bacterias que residen en el colon y que son beneficiosas para el organismo humano, cumpliendo de esta manera los requisitos para ser considerados como sustancias prebióticas.
Los FOS son sustratos de elección para las Bifidobacterias. Mediante su administración se busca suministrar un sustrato que facilite el desarrollo de determinados gérmenes beneficiosos como son las Bifidobacterias, y que se encuentran alterados debido a la modificación de los hábitos alimentarios que no favorecen su proliferación. Regulan el tránsito intestinal. Se pueden utilizar tanto para tratar las diarreas como para el estreñimiento. Potencian el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Frecuentemente se atribuye al déficit de fibra en la dieta, una mayor incidencia de las enfermedades crónicas que afectan al mundo desarrollado, como son: la obesidad, la diabetes mellitus (tipo II o no insulinodependiente), la aterosclerosis, el cáncer de intestino grueso, la colelitiasis y otros cuadros clínicos asociados. Estas patologías no son debidas tan sólo a la carencia de fibra en nuestra dieta, sino también a la introducción de nuevos nutrientes, en cantidad abusiva y calidad deficiente, que son los responsables directos de modificaciones digestivas y metabólicas que conducen a la aparición de enfermedades. En general, los fructooligosacáridos de cadena corta son bien tolerados. Algunas personas describieron una mayor flatulencia en algunos de los estudios.

CALCIO
Es el quinto elemento químico en orden de abundancia en el organismo. Interviene en la estructura dental y ósea (99%). El resto del calcio se encuentra en los líquidos intra y extracelulares. La concentración de iones calcio libres, se mantiene perfectamente regulada dentro de los márgenes fisiológicos con el fin de que siempre exista la adecuada cantidad de iones necesarios para el funcionamiento normal de las enzimas digestivas, para la transmisión del impulso nervioso, contracción muscular, coagulación sanguínea, así como para que los efectos de determinadas hormonas, que precisan del calcio, puedan llevarse a cabo con normalidad.
El calcio cumple múltiples funciones y es esencial para la salud. Últimamente se han llevado a cabo una serie de investigaciones que han determinado que el calcio junto a los probióticos pueden ser utilizados contra la hipercolesterolemia, para reducir tanto el colesterol total como el colesterol malo o LDL. Son conocidas las propiedades de los probióticos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono a nivel intestinal, pero al combinarlos con calcio se produce una reducción en la absorción de las grasas de los alimentos. El calcio por sí solo reduce levemente la hipercolesterolemia, pero cuando se consume junto a los probióticos este efecto es mayor.
VITAMINA C
La Vitamina C es necesaria para la absorción del hierro y contribuye al funcionamiento normal del sistema digestivo. Ayuda a la prevención de muchas infecciones virales y bacterianas y en general aumenta la eficacia del sistema inmunitario. La Vitamina C tiene por sí misma una acción tonificante. Es un antioxidante hidrosoluble que no puede ser sintetizado por el ser humano a partir de la glucosa, al carecer de la enzima necesaria para convertir la L-gulonolactona en ácido L-ascórbico. Hay que tener en cuenta que la Vitamina C se gasta rápidamente en las situaciones de estrés. Se ha observado recientemente, que está implicada en la respuesta inmune, reacciones alérgicas y sobre las funciones leucocitarias. Se trata de un compuesto de óxidorreducción típico, que reacciona directamente con especies tóxicas de oxígeno, las cuales pueden tener implicaciones en los procesos de carcinogénesis y arteriosclerosis. Forma parte pues, de un complejo sistema orgánico de defensa frente a estas especies o radicales tóxicos, comportándose como un agente antioxidante de primera línea. Podemos afirmar que la Vitamina C tiene múltiples propiedades beneficiosas, dado las diversas funciones que dicha vitamina tiene en nuestro organismo.

Ingredientes

Carbonato cálcico (120 mg de calcio), Lactobacillus rhamnosus 2,25x109 ufc, Bifidobacterium lactis 2,00x109 ufc, Lactobacillus paracasei CNCM I-4034 6,50x108 ufc, Bifidobacterium breve CNCM I-4035 5,00x107 ufc, Bifidobacterium longum ES1 5,00x107 ufc, Cápsula vegetal (Hipromelosa), FOS (Fructooligosacáridos de cadena corta) 50 mg, Vitamina C (ácido L-ascórbico) 80 mg.

CADA CÁPSULA CONTIENE AL MENOS 5.000 MILLONES DE BACTERIAS VIVAS en el momento de la fabricación, conservando una dosis apropiada hasta el final de la vida media.

Presentación

Envase con 30 cápsulas de 625 mg.

Laboratorio

Robis

Modo de empleo

Tomar 1 cápsula al día con una cantidad suficiente de agua u otro líquido que no esté caliente, preferiblemente por la mañana y en ayunas.

Almacenamiento

Conservar por debajo de 25ºC, evitar la exposición a fuentes de calor localizadas, a los rayos solares y a la humedad.


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